Parte 1:
Las
denominadas “Bebidas Energizantes” son bebidas analcohólicas, generalmente gasificadas, compuestas básicamente
por cafeína e hidratos de carbono (azúcares diversos de distinta velocidad de
absorción), más otros ingredientes, como aminoácidos, vitaminas, minerales,
extractos vegetales, acompañados de aditivos acidulantes, conservantes,
saborizantes y colorantes.
Estas bebidas tienen algunas virtudes estimulantes que ofrecen al consumidor una supuesta capacidad regeneradoras de la fatiga y el agotamiento, además de aumentar la habilidad mental y eliminar temporalmente la
sensación de agotamiento de la persona que las consume.
Parte de la sensación de
bienestar producida por las mismas es a causa de un efecto energético que se
produce por la acción de sustancias psicoactivas que actúan sobre el sistema nervioso central, inhibiendo en diferentes grados, según el
producto, los neurotransmisores encargados de transmitir las sensaciones de cansancio, sueño, etc. y
potenciando aquellos relacionados con las sensaciones de bienestar y la
concentración. La cafeína, por ejemplo, logra aumentar los niveles
extracelulares de los neurotransmisores noradrenalina y dopamina en la corteza prefrontal del cerebro, lo que explica buena parte de sus
efectos favorables sobre la concentración. Por esta razón se las conoce también
como “Bebidas Estimulantes”.
Para algunos organismos científicos e
investigadores deberían llamarse “estimulantes” y no “energizantes”, ya que una
bebida energizante es aquella que se utiliza para aportar un alto nivel de
energía al cuerpo, especialmente a expensas de los glúcidos que contiene. En
cambio, en estas bebidas el término utilizado de “energía” se refiere a cierto
efecto farmacológico de algunas de las sustancias que contienen y no a su
aporte calórico a partir de sus nutrientes.
Si bien estas bebidas incluyen
en su composición glucosa y otros azúcares que proporcionan energía al
cuerpo, no eliminan realmente la fatiga muscular ni el agotamiento en general,
solamente inhibe temporalmente estas sensaciones, por lo tanto es normal una
sensación de decaimiento una vez que acaba su efecto en el organismo
Estas bebidas no pueden
catalogarse como alimentos funcionales. Para que un alimento pueda ser
considerado funcional, debe demostrar que posee un efecto benéfico sobre una o
varias funciones específicas del organismo, más allá de los efectos
nutricionales habituales, que mejora el estado de salud y de bienestar, o bien
que reduce el riesgo de una enfermedad. Esto significa que estos alimentos
deben contener, necesariamente, alguno de los llamados componentes o
ingredientes funcionales entre los cuales se encuentran vitaminas, minerales,
antioxidantes y fibra dietaria.
Es decir, un alimento se
considera funcional porque, además de destacarse en sus propiedades nutritivas,
contiene algunos elementos que al consumirlos diariamente en una dieta
equilibrada contribuye a mantener o mejorar nuestro estado de salud y bienestar
ya que presenta propiedades fisiológicas beneficiosas
y/ o reduce el riesgo de contraer enfermedades, como
por ejemplo, disminución de la presión sanguínea, reducción de los niveles de
colesterol plasmático, mejoría de la microflora y del funcionamiento
intestinal.
Además, para ser
considerado alimento funcional debe tener una apariencia similar a la de un
alimento convencional y se debe consumir como parte de una dieta normal.
Las bebidas energizantes no
presentan estas características. No mejoran nuestro estado de salud y menos aún
reducen el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
Para ejemplificar, un alimento
funcional serian las leches adicionadas con hierro, ya que es un alimento
convencional, forma parte de una dieta normal y tiene un efecto benéfico
comprobado sobre la salud al contribuir a disminuir el riesgo de anemia.
Algunos autores si catalogan a
las bebidas energizantes como alimento funcional, basándose en que han sido
diseñadas para proporcionar un beneficio específico; el de brindar al consumidor
vitalidad y energía cuando, por propia decisión o necesidad, debe actuar ante
esfuerzos extras, físicos o mentales. De esta forma incrementan la resistencia
física, proveen reacciones más veloces, logran un nivel de concentración mayor,
evitan el sueño, proporcionan sensación de bienestar y estimulan el metabolismo.
Pueden producir estos cambios
temporales en el cuerpo, pero eso no indica que sean cambios positivos a largo
plazo. Además con este criterio, introducir cierta droga estimulante a las
bebidas por ejemplo efedrina, seria funcional.
Bibliografía
- www.femeba.org.ar/fundacion/quienessomos/Novedades/bebidas_energizantes.pdf
- www.salud.com/salud-en-general/las-bebidas-energizantes-y-sus-efectos-negativos.asp
- www.ancefn.org.ar/actividades/alimentos/Expositores/Calvelo.pdf
- www.nutrinfo.com/pagina/info/ene01-05.pdf
- www.saludencaprabo.com/CST/seccion1a.html
- www.unizar.es/med_naturista/Alimentos%20funcionales.pd
- www.anmat.gov.ar/Publicaciones/alimentos_funcionales.asp
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- www.unizar.es/med_naturista/Alimentos%20funcionales.pd
- www.anmat.gov.ar/Publicaciones/alimentos_funcionales.asp
Gracias! Muy buen inicio!
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